Estaba tan contenta no podía creer que al fin nos besamos,
fue imperfectamente perfecto, sentí que no existía nada más que nosotros, él
con su único ser, acostado, insistente y apasionado, con sus ojos tan negros
que ni la pupila se distingue bien, con su piel morena y lisa, sus brazos
fuertes y sus labios tan cálidos y suaves.
Después de ese beso todo fue nosotros, solo nosotros en el mundo, aprendiendo el uno del otro y el otro del uno, viendo crecer un sentimiento y disfrutando cada instante juntos.
Después de ese beso todo fue nosotros, solo nosotros en el mundo, aprendiendo el uno del otro y el otro del uno, viendo crecer un sentimiento y disfrutando cada instante juntos.
Él dice que la primera vez que me vio, fue en una
presentación de baile, mi compañero era un amigo suyo, pues practicaban remo
juntos. Dice que por un semestre fui su “amor platónico” y que sentía que yo
era inalcanzable para alguien tan simple como lo es Beto.
Yo por otra parte, lo vi en una fiesta, bailó conmigo, es un
excelente bailarín, es divertido y sensual, tan sensual que me puse incomoda, y
recuerdo que le dije que mi novio podía estar mirando, lo cual no era cierto
pues no tenia tal novio. Aun así seguimos bailando y fue muy entretenido.
Le agradezco varias enseñanzas, la más significativa, es que
me enseñó a vivir en el presente en vez
del futuro, y así poder disfrutar de lo que tengo ahora y no por lo que
pueda tener después.
En tan solo 3 meses logré amarlo mucho y de a poco hemos
superado cada obstáculo y alcanzado todas las metas.
Hoy es como un pilar en mi vida, supero muchas cosas de la
adolescencia junto a Beto, no me imagino el futuro sin su compañía, ya es parte
de mis planes y sueños, el también me dijo eso.
Espero con todo mi corazón que todo salga tan bien como
hasta ahora, y que nuestra vida sea hermosa, pero bueno para eso aún queda
tiempo, para preocuparse de lo que la vida nos tiene preparado, mejor disfruto
que ahora está siempre que quiera y lo necesite.©
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